Hoy, desde Bcn Wedding Planners by Marta Priu, hacemos un guiño a una tendencia en alza; los vestidos de novias con color.
Una vez encontrado el amor de nuestra vida y tomado la firme decisión de consagrar la relación junto a los seres queridos, llega el momento de elegir el que será el vestido más importante de nuestra vida, aquel con el que muchas mujeres sueñan desde niñas, el que nos hará sentir como princesas en un momento inolvidable.
Cada vez más, las novias eligen vestidos de colores originales para lucir el día de su boda. Aunque el blanco siempre será el color predilecto, las nuevas tendencias llenan el mercado nupcial realzando la feminidad. Los encajes artesanales, estampados de acuarela, pétalos, transparencias, pedrería, volantes y brocados son tendencia.
El color beige es uno de los colores más próximos al clásico blanco. Entre sus variantes, están el color marfil y el color crema, colores discretos que permiten que los accesorios sean los que aporten ese toque de luminosidad. Estas tonalidades están asociadas al romanticismo, modestia y elegancia.
Otra variante de moda es introducir una parte del vestido con un toque de color, es decir, combinar blanco con otros tonos, en general tonos pastel que destaquen una zona específica, normalmente la falda del vestido, destacando la caída y dando un toque de volumen a ésta.
Es muy común utilizar ese color del vestido para que sea el color leitmotive de la boda, creando una combinación perfecta. Los colores más utilizados son el azul, verde, rojo y amarillo.
El color rosa, habitualmente, está asociado a la juventud, la feminidad y la integridad de la novia. Es el símbolo de amor y se emplea a menudo en la decoración de las bodas. ¡Es el nuevo blanco para las novias!
Muchos diseñadores nupciales incorporan el rosa en sus colecciones, dando una alternativa diferente y atractiva a esas novias que huyen del tradicional blanco.
Una de las a tendencias que encanta es el uso de tonos plateados y grisáceos en los vestidos de novia. Aunque estos colores son “frios”, muchas personas creen que este tono, puede traer suerte al matrimonio y felicidad a la familia. Los tonos “frios” añaden a la novia un aire aristocrático.
Por otro lado, encontramos un tono mucho más extravagante; el rojo o granate. Las novias, que eligen el color rojo, no temen ser el centro de atención, la boda será completamente diferente. Antiguamente, decían que el color rojo atraía la buena suerte en la vida matrimonial.
Transmite serenidad y frescura, recuerda al color del mar y huele a verano, por eso el azul es uno de los colores elegidos por la tradición nupcial más clásica para acompañar a la novia en el gran día.
Aunque, para aquellas novias que prefieran apostar por el blanco, la tendencia azul también se cuela de forma sutil a través de los accesorios.
Por último aparece la tendencia del uso de estampados de flores, que aunque no es muy utilizada, algunas novias se arriesgan a cambiar la tradición y darle un toque floral a su vestido.
Pueden ser tanto estampados de flores o flores de tela prendidas al tejido haciéndolo ver con más volumen, son ideales para temporadas de primavera y verano.
Recuerda…si lo que quieres es sorprender en tu boda, ¡no vayas de blanco!