Después de estos días maravillosos de fiestas navideñas…
Desde Bcn Wedding Planners by Marta Priu, les traemos una propuesta en Los Viernes de Bodas en el Mundo… ¡las bodas rusas!, cargadas de historia aunque también de actualidad.
Las bodas rusas se han ido definiendo a través de influencias de varios países colindantes. Existen dos tipos de bodas; las religiosas y las civiles. Sin embargo, las bodas civiles son actualmente las más populares pues la ceremonia de matrimonio canónico no puede celebrarse cualquier día del año. Existen semanas y días señalados para realizar este rito que se denomina venchaniye, proveniente del nombre de las coronas que los testigos ponen encima de la cabeza de los novios.
Una de las curiosas tradiciones que nos encontramos en las bodas rusas es el cortejo. El cortejo hace referencia al hecho de ofrecerse en matrimonio a la prometida. Antiguamente era un intermediario y/o casamentero quien ayudaba a los hombres a encontrar a su novia ideal, y posteriormente participaba en la organización de la boda. Con los años, este ritual se ha ido perdiendo hasta el punto de quedar obsoleto.
En Rusia, las bodas suelen dividirse en dos partes:
La primera parte empieza el día de la boda con el “rescate” de la novia. Esta tradición consiste en que el novio supere una serie de obstáculos y pruebas para llegar hasta la novia, entregarle un ramo de flores y demostrar que es merecedor de su amor. El cometido no siempre es difícil, puede consistir en adivinar un enigma o hacer una gincana organizada por las amigas de la novia.
Los novios entran en la iglesia/juzgado al son del Vals de Mendelssohn equivalente al representativo “Here comes the bride” de las bodas occidentales. En la salida, los invitados lanzan arroz, pétalos de flores o pequeñas monedas que aluden al amor y la abundancia en la etapa de la vida que acaban de emprender.
Después de la ceremonia civil, algunas parejas deciden sellar su unión en la Iglesia Ortodoxa para mantener la tradición y la historia de las bodas rusas. Si esto no ocurre, tanto los novios como los invitados proceden a dar un paseo por los lugares más emblemáticos del lugar elegido para celebrar el enlace.
Existen multitud de tradiciones como la de romper vasos con la finalidad de lograr la felicidad o la de liberar dos palomas blancas como símbolo del inicio de la vida familiar de la pareja.
Al finalizar el paseo, da comienzo a la segunda parte del día de la boda: El Banquete.
Este, generalmente, se lleva a cabo en un restaurante o en la casa de algún familiar aunque cada vez es más común celebrarlo en salones, palacios o espacios exteriores repletos de belleza tales como el lago Baikan o la cuenca del río Yenisiei.
Cuando los novios y los invitados ya han llegado al lugar donde se llevará a cabo la recepción, se procede a la tradición “pan-sal”. Los novios dan la bienvenida mordiendo juntos el pan típico de Rusia para ahuyentar a los malos espíritus.
En cuanto a la comida, no hay nada estipulado aunque se suele tomar como base la producción de las poblaciones rurales de los alrededores como pescados generalmente ahumados, aves de corral, setas, frutos del bosque, miel y sobretodo canapés y ensaladas frías.
El resto de la boda suele transcurrir como en las bodas occidentales: Los invitados disfrutan del banquete, los recién casados dan su primer baile que simboliza su amor, la novia lanza el ramo a las invitadas solteras y todos los seres queridos felicitan a la pareja.
Cabe destacar que Rusia es un país bastante supersticioso, existen creencias relacionadas con diferentes épocas del año que son o no favorables para casarse. Así, los rusos dicen que el mes de mayo no es aconsejable para contraer matrimonio. “Casarse en mayo, toda la vida un fastidio”. Sin embargo, los meses de otoño e invierno se consideran buenas fechas para casarse.
Historia, tradición, supersticiones, amor… Esperamos que haya sido de su interés, como lo es para nosotras, y que podamos seguir aprendiendo de «Los Viernes de Bodas en el mundo», aquí en Bcn Wedding Planners by Marta Priu.